Correr es una actividad que requiere del uso de muchos movimientos repetitivos y de multitud de músculos del cuerpo humano. Esto significa que cualquier debilidad o desequilibrio corporal puede afectar de manera que ciertos músculos se utilicen en exceso, al no emplear otros lo suficiente. A la hora de correr, la atención generalmente se concentra en la cadencia del pie, sin tener en cuenta una activación correcta de todos los músculos y la postura empleada. Una pieza mal encajada en este sistema puede resultar en molestias que, si se ignoran, llegan hasta a convertirse en problemas crónicos.
El Pilates puede ser un gran aliado en el trabajo de prevención de esos dolores frecuentes y evitar que no se conviertan en lesiones.
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